De la caja de la memoria se extrae el concepto vaciar/cargar aludiendo a una serie de relaciones que consideran la existencia y significancia personal de los objetos de la caja/memoria, específicamente los clasificados como “rituales”, es aquí en donde surge la noción de carga y descarga de recuerdos y sentimientos que forman parte de la memoria, de ésta forma el rito asociado a un tipo de ceremonia personal.
Con el concepto vaciar/cargar se pretende dar visibilidad a ese despojarse, al desprenderse de cierta memoria en relación a distintos sentimientos y/o recuerdos reservados, con la intención de vaciar para volver a cargar, en un movimiento cíclico de acción reciproca, en la que cada concepto necesita del otro y viceversa, pues para cargar debe haber un vacío, éste teniendo como significado; falto de contenido físico o mental, abordando de esta manera la materialidad (físico) y los recuerdos (mental). Al contrario de cargar, que es poner peso sobre algo, es decir, en este caso, darle significado, hacerlo un objeto simbólico en cuanto a la representación de una etapa, o momento vivido.
Se genera la relación concepto/visualidad, utilizando la fotografía como materia prima, la cerámica como lenguaje, junto a la porcelana y arcilla como materialidad. Es así como se selecciona una fotografía familiar, con la que se inicia un proceso de análisis, abstracción y desintegración de la misma, la que se sintetiza extrayendo las formas, siluetas de los objetos y personas contenidos en ella, para dejarlos “vacíos” y aislados. Esa abstracción es trabajada en 12 placas de porcelana de 13x18, rescatando el formato fotográfico, generando técnicamente con cada una de las formas, un espacio negativo y positivo a través del relieve y bajo relieve, con la que el surco o impresión de la silueta aludirá al concepto. Para la construcción de las piezas tridimensionales se extrae el espacio positivo de las placas las que vuelven a ser sintetizadas. Se genera además mediante la construcción de los cuerpos tridimensionales una nueva relación de antitesis, lo bidimensional frente a lo tridimensional, acentuada además por el cambio de material entre porcelana; materia mucho mas fría, suave y blanca, frente a la arcilla; mucho mas tosca, seca y áspera, aconteciendo lo opuesto, al igual como ocurre con el concepto tratado; desde lo positivo/ negativo, relieve/ bajorrelieve.
De la selección de la caja de la memoria se recurre a la fotografía familiar, cargada de emociones y recuerdos, de esta manera desde un lugar íntimo y afectuoso de la memoria particular, se vacía de todo aquello, se extrae y aleja de toda carga simbólica, para llevarla a un plano expositivo, público, trabajado desde una materialidad rígida y fría que insinúa y provoca insensibilidad, es así como se pervierte el afecto hacia la imagen fotográfica, expresándola con un carácter frívolo, desplazándola a su inverso, en donde se fragmenta, se divide, se cercena la imagen en un gesto indiferente y de desamor, acrecentado por la constante reproducción de cierta imagen y su repetición seriada, pero que sugiere al cuerpo de obra, como conjunto y no así como piezas individuales, lo que incita una lectura más viable.